lunes, 12 de octubre de 2009

Sólo 54 pozos exploratorios por año

En otro segmento, el informe del IAE sostiene que al intentar justificar la disminución de las reservas respecto de la década anterior a partir de un incremento en la producción, se observa que la producción promedio de petróleo y gas natural entre los años 2000 y 2008 presenta un incremento del 28 por ciento (568 millones de barriles equivalentes de petróleo por año) respecto al promedio en los años 90, valor que no alcanza a explicar completamente la reducción mencionada.
La explicación de la disminución de las reservas debe entonces ser buscada a través del análisis de las actividades de exploración. La exploración de hidrocarburos en el país, y en consecuencia la incorporación de reservas, han disminuido notablemente durante los últimos años.
El Cuadro 6 ilustra la cantidad de pozos de exploración terminados durante las últimas tres décadas. Se observa que la cantidad de perforaciones alcanza un valor máximo en el año 1995, para luego disminuir casi constantemente durante los diez años posteriores, hasta volver a un nivel promedio de alrededor de 54 pozos durante los últimos tres años.
Cuadro 6: Pozos de Exploración terminados – por año
Fuentes: IAE "General Mosconi", IAPG, Secretaría de Energía, YPF Elaboración: IAE “General Mosconi”
Al considerar el comportamiento de las actividades exploratorias por década, se observa que el promedio anual de pozos de exploración terminados ha disminuido hasta alcanzar menos de la mitad del valor que presentaba durante las décadas del 80 y 90.
Teniendo en cuenta la citada disminución en las reservas del 34 por ciento respecto a fines de los años 90, se concluye que las reservas comprobadas han disminuido en gran parte como resultado de la baja en las actividades de exploración, cuyo aporte a las reservas no ha logrado estar a la par del incremento en la producción.
Las reservas netas incorporadas por década es un valor que ilustra la cantidad de barriles de petróleo equivalentes incorporados a las reservas a partir de los nuevos hallazgos, restando la producción acumulada del período. Aún teniendo en cuenta en la ecuación la variable producción, se revela una reducción en la incorporación neta anual promedio de nuevas reservas comprobadas del orden de los 277 millones de barriles equivalentes, es decir, un aporte 44 por ciento menor al de la década anterior, y aún un 14 por ciento menor que hace 20 años.
El IAE explica uno de los motivos en la caída de reservas comprobadas: “La persistente exploración en zonas conocidas ha arrojado como resultado una pobre performance en cuanto a la incorporación de reservas, que no ha podido siquiera acompañar el ritmo de la producción de petróleo y gas natural, que también presenta una leve caída en los últimos años”.La presente década, concluye el trabajo, “evidencia la peor performance de los últimos treinta años, con la menor cantidad de pozos de exploración terminados, que pese a un mayor porcentaje de éxito, han arrojado el menor aporte neto a las reservas de las últimas tres décadas”.
(*) Trabajo de Luciano Caratori, Departamento Técnico. Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”.

La caída en las Reservas de Hidrocarburos en Argentina



Un informe del Instituto Argentino de la Energía “Gral. Mosconi” (*) aborda la situación de baja de reservas de petróleo y gas que afecta al país, al comparar datos entre 2008 y 2007, tal como lo reflejó Desarrollo en ediciones anteriores, pero suma además la comparación con los últimos diez años y con la década del 70. El riesgo de pérdida del autoabastecimiento y la disminución de los stocks en forma más acelerada que la baja de producción son algunos de los indicadores arrojados por el trabajo del mencionado organismo.
La Secretaría de Energía de la Nación ha publicado recientemente los datos de las reservas comprobadas de petróleo y gas natural al 31 de diciembre de 2008. Las reservas de petróleo de 400.724 Mm3 a fines de 2008, son alrededor de un 4 por ciento menores que las registradas al 31 de diciembre de 2007. Más preocupantes son las cifras correspondientes a las reservas comprobadas de gas natural, de 398.529 MMm3, lo que representa una caída del 10 por ciento respecto de 2007.
Las reservas probables de hidrocarburos también han disminuido notablemente, presentando una reducción del 12,3 por ciento (caída de 18.512 Mm3) de las reservas probables de petróleo, y del 31,3 por ciento (63.485 MMm3) en el caso del gas natural.
Así, las reservas comprobadas actuales de hidrocarburos son un 34 por ciento menores que las que había 10 años atrás, y un 27 por ciento menores que a fines de los 80. Peor aún, las reservas comprobadas de hidrocarburos se encuentran en el punto más bajo desde 1978.
Este retraso de la adición de reservas respecto a la producción de hidrocarburos resulta en una disminución de las reservas netas incorporadas del 43 por ciento en relación a la década pasada, lo que pone en riesgo el auto abastecimento energético del país a corto plazo.
Habiendo disminuido en un 34 por ciento respecto a las correspondientes al fin de la década de los 90, las reservas comprobadas de petróleo y gas natural se encuentran en el punto más bajo de los últimos 30 años.
Los datos de la Secretaría de Energía de la Nación muestran una caída en las reservas comprobadas de gas natural a fines de 2008 de casi el 10 por ciento respecto al 31 de diciembre de 2007, y una caída en las reservas de petróleo de alrededor del 4 por ciento respecto al mismo período. Esta caída se mantiene incluso a pesar de la disminución en la producción de hidrocarburos que se ha presentado durante el presente quinquenio, tanto en el caso del petróleo como en el del gas natural.
Producción anual de Gas Natural y reservas comprobadas al final de cada año
Cuadro 2: Producción anual de Gas Natural y reservas comprobadas al final de cada año
Fuente: Secretaría de Energía Elaboración: IAE “General Mosconi”

El riesgo de perder el autoabastecimiento

Como resultado de la caída en las reservas, la Argentina corre el riesgo de perder el autoabastecimiento energético en el corto plazo. Las políticas de exploración han fallado en prever o siquiera acompañar el incremento de la demanda, y en consecuencia, la relación reservas-producción de hidrocarburos continúa disminuyendo de manera sostenida. El cuadro 4 muestra esta relación, que funciona como un estimador del horizonte del abastecimiento de hidrocarburos a partir de las reservas propias.
Producción anual de Petróleo y reservas comprobadas al final de cada año

Corrosión: el enemigo silencioso


Artículo de la Escuela de Petróleo de la Patagonia

Prosiguiendo con los temas tratados por la Escuela de Petróleo de la Patagonia, hoy nos referiremos a la corrosión. Al escuchar esta palabra, en forma inmediata nos hacemos la idea de descomposición y de deterioro de los materiales. Siendo un poco más específico debemos decir que la corrosión es una oxidación… una reacción química en la mayoría de los casos.
La corrosión en las instalaciones y estructuras metálicas causa diariamente en el mundo pérdidas millonarias y la industria del petróleo es una de las más afectadas, sobre todo en lo que denominamos el campo de una “explotación petrolera”. Esto es así, porque todas sus instalaciones están hechas de hierro o acero y por más pequeño que fuera el yacimiento tiene en continuo riesgo toneladas de cañerías, tanques, aparatos de bombeo etc.
Es por ello que en las distintas especialidades de la Escuela del Petróleo el concepto de corrosión es permanentemente tratado, y en consecuencia, formas de evitarlo.
Para dar una idea de este problema analicemos esta frase: “Las reacciones químicas ocurren en forma permanente en la naturaleza y más aún en los sistemas tecnológicos creados por el hombre”.
La primer parte de la misma nos está diciendo que todo lo que existe en nuestro universo está formado por elementos químicos (oxígeno, hidrógeno, carbono, aluminio, hierro….etc ), en su mayoría en forma de compuestos, como agua, sales, óxidos, ácidos, entre otros.
La segunda parte de la frase se refiere, por ejemplo, a que para obtener hierro (Fe), el hombre lo hace a partir de sus sales ú óxidos. Y acá está el concepto fundamental: “Cuando forma parte de un compuesto está estable. Pero puro se vuelve inestable.”
Las sales y los óxidos, se encuentran en la naturaleza en equilibrio químico, como en un estado “neutro”. Cuando rompemos el equilibrio químico para obtener el elemento puro (en nuestro caso, en hierro), el metal tiende a regresar a su estado de neutralidad anterior, o sea a reconvertirse en óxido o sal. Esta tendencia de volver a su estado natural, de oxidarse, se llama “corrosión”.

Grados de corrosión

Hay algunos metales que no se oxidan (como por ejemplo el oro, plata, platino…), porque se los encuentra en la naturaleza en estado puro.
Esto nos da una idea de que hay metales con un alto grado de oxidación y otros prácticamente nulo. Químicamente podemos decir que tienen distintos Potenciales de Oxidación.
Cuando están en contacto dos metales distintos, hay prioridades relativas de oxidación; el que tiene mayor poder de oxidación es el que se oxida, en cambio el otro se dice que se reduce.
Funcionarán como una pila donde el ánodo es el que se oxida y el otro, el cátodo, el que se
reduce.
Precisamente este concepto es el que se utiliza para proteger una instalación hecha de hierro ó acero, y se denomina Protección Catódica.
“La protección catódica es una técnica por la cual se protege un material haciéndolo funcionar como cátodo”.
Veamos: una cañería de acero tendida sin protección actuará como ánodo, oxidándose y por consiguiente la afectará la corrosión. Pero si la conectamos con otro metal con mayor potencial de oxidación, este último se comportará como ánodo y el acero lo hará como cátodo. Por este motivo al proceso se lo denomina protección catódica y lo materiales que se utilizan para ello se llaman ánodos de sacrificio.

Esta es una de las formas de proteger las instalaciones. En el curso de Química de Módulo de Materias Básicas ó en el de las Especialidades de la Escuela del Petróleo, se profundiza sobre estos conceptos y cómo interactúan electrónicamente los elementos y compuestos químicos.
Como corolario podemos decir que en la industria petrolera es tan importante conservar las instalaciones como producir petróleo. Son tan grandes las pérdidas que se producen en forma silenciosa por la corrosión, que si no la atacamos a tiempo, puede hacer fracasar un gran proyecto.